~ Un Mensaje del padre gordon~

   Todos son predicadores de Jesús

  Es mas fácil y confortable el no tener que compartir nuestra fe, o venir a la Iglesia cada fin de semana, estar siempre en la banca sentado esperando para ver que sigue o sentirse bien y luego volver al mundo real, donde la fe y quien es Jesús a veces no es para nada compartido con otros.

Jesús nos llama a ser mensajeros de su esperanza. Y la verdadera razón del porque muchas personas tienen un poco de miedo de hablar de su fe en Jesús -y créanmelo hablo por experiencia- es porque tienen miedo a que las otras personas piensen que somos raros -como que pareciera que somos santuchos de Biblia solamente-. Bueno, tengo algo bueno que decirles, que tal si cuando ya terminen hablar de política, moda, economía, y de su deporte favorito o su libro; compartan con ellos de todos modos ellos dirán que son un poco raros. Nada que digan acerca de su fe les hará daño!

El mensaje de salvación a través de la fe de Jesucristo ha pasado de boca en boca a través de generaciones incontables, ha llegado a todos los rincones del mundo por ya 20 siglos. La forma principal en que el Evangelio ha sobrevivido es cuando una persona empieza a creer en Jesús y al cambiar su vida por ese encuentro, y luego esa persona le dice a alguien más acerca de esa experiencia maravillosa.

Jesús no desapareció y se fue de nosotros cuando sucedió la Ascensión, pero El vive con nosotros cada día, no estará remoto en un lugar feo. Por su mensaje básico del Evangelio -Dios es real, Dios nos ama- y esta realidad de su Divina Presencia esta en nuestra vida de cada día. Jesús es el rostro de Dios. Y es esto lo que cada uno de nosotros estamos llamados a compartir y testimoniar.

 ? Como? La fe en Jesús se comparte personalmente e íntimamente -uno a uno-. Es un dialogo del hijo con su padre. Es como dos compañeros de trabajo teniendo una conversación cuando toman lonche. Es cuando le rezamos a El -en voz alta- por alguien que esta sufriendo, es una bendición ofrecida a alguien -en voz alta- cuando comemos juntos en familia, es en muchas formas cuando pausamos y reflexionamos en que Jesús es parte de nuestra forma de hacer decisiones -en voz alta- a favor de los valores evangélicos -también en voz alta- y para que la moral y el respeto a la vida sean respetados -también en voz alta-. Al hablar a otros acerca de su fe en Jesús y de que El ha hecho por usted o un miembro de su familia es la forma más efectiva de proclamar y compartir las Buenas Nuevas del mensaje de Cristo. No se avergüence de hablar de su amor o de ser testigo de El!

Por favor piense un poco en como usted comparte a los demás quien es Jesús para usted. Honestamente, analice su propia situación y determine que tan a menudo, si es que le pasa, usted comparte su con otras personas. Luego pregúntese: ¿Qué hubiera pasado si todos se hubieran quedado callados acerca de Jesús o su Ascensión hubiera sido un definido adiós? ¿O que hubiera pasado si nosotros dejáramos solo el llevar las buenas nuevas a los predicadores desde el pulpito?

Predíquelo usted también, Fr. Gordon

LECTURAS DE LA SEMANA

Lunes: Hch 19:1-8; Jn 16:29-33

Martes: Hch 20:17-27; Jn 17:1-11a

Miércoles: Hch 20:28-38; Jn 17:11b-19

Jueves: Hch 22:30; 23:6-11; Jn 17:20-26

Viernes: Hch 25:13b-21; Jn 21:15-19

Sábado: Hch 28:16-20, 30-31; Jn 21:20-25

Domingo: Vigilia: Gn 11:1-9 o Ex 19:3-8a, 16-20b o Ez 37:1-14 o Jl 3:1-5; Sal 104(103); Rom 8:22-27; Jn 7:37-39 Día: Hch 2:1-11; Sal 104(103); 1 Cor 12:3b-7, 12-13 o Rom 8:8-17; Jn 20:19-23 o Jn 14:15-16, 23b-26